El aislamiento térmico es el conjunto de materiales y técnicas que se aplican en los elementos constructivos que separan un espacio climatizado del exterior o de otros espacios para reducir la transmisión de calor entre ellos. El aislamiento térmico es la primera, más barata y más efectiva medida para el ahorro energético.
Existen muchos tipos de materiales aislantes térmicos, pero no todos tienen las mismas propiedades ni se adaptan a las mismas condiciones climáticas. Por eso, es importante elegir el material más adecuado según el clima de la zona donde se va a instalar el aislamiento.
Aerogel
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El aerogel es un material aislante con una alta capacidad de aislamiento térmico, muy por encima de los aislantes tradicionales. Se trata de un material muy ligero y poroso, formado por un 99% de aire y un 1% de sílice. Su estructura molecular le confiere una baja conductividad térmica y una alta resistencia al fuego.
El aerogel se puede utilizar en forma de paneles, mantas o sprays, y se puede aplicar en muros, techos, suelos o ventanas. Su principal ventaja es que permite reducir el espesor del aislamiento sin perder eficiencia, lo que supone un ahorro de espacio y de costes. Además, es un material ecológico y reciclable.
Sin embargo, el aerogel también tiene algunos inconvenientes. Su principal desventaja es su alto precio, ya que se trata de un material relativamente nuevo y escaso. Además, su manipulación requiere de equipos especiales y protección personal, ya que puede producir irritación en la piel y las vías respiratorias.
El aerogel es un material adecuado para climas fríos o templados, donde se busca minimizar las pérdidas de calor. No obstante, también puede funcionar en climas cálidos o húmedos, siempre que se combine con otros materiales que eviten el sobrecalentamiento o la condensación.
Espuma de soja
La espuma de soja es un material aislante hecho a partir de la proteína de soja. Se trata de un material biodegradable y renovable, que se obtiene mediante un proceso químico que mezcla la soja con agua y agentes espumantes. La espuma resultante se puede aplicar mediante proyección o inyección en huecos o cavidades.
La espuma de soja tiene una buena capacidad de aislamiento térmico y acústico, así como una alta resistencia al fuego y a los insectos. Su principal ventaja es que se adapta fácilmente a cualquier forma o superficie, rellenando todos los huecos y evitando puentes térmicos. Además, es un material ecológico y saludable.
No obstante, la espuma de soja también presenta algunos inconvenientes. Su principal desventaja es que puede sufrir contracciones o dilataciones con los cambios de temperatura o humedad, lo que puede afectar a su rendimiento o estabilidad. Además, su instalación requiere de personal cualificado y equipos específicos.
La espuma de soja es un material adecuado para climas fríos o templados, donde se busca reducir las pérdidas de calor. Sin embargo, también puede funcionar en climas cálidos o húmedos, siempre que se proteja adecuadamente del sol y del agua.
Celulosa tratada con bórax
La celulosa tratada con bórax es un material aislante sostenible y reciclable. Se trata de un material orgánico que se obtiene a partir del reciclaje de papel periódico u otros tipos de papel. La celulosa se tritura y se mezcla con bórax, un mineral natural que le confiere propiedades ignífugas y antifúngicas. La celulosa resultante se puede aplicar mediante soplado o inyección en huecos o cavidades.
La celulosa tratada con bórax tiene una buena capacidad de aislamiento térmico y acústico, así como una alta resistencia al fuego y a los hongos. Su principal ventaja es que se trata de un material económico y ecológico, que aprovecha un recurso abundante y reduce la generación de residuos. Además, es un material transpirable y regulador de la humedad.
Sin embargo, la celulosa tratada con bórax también tiene algunos inconvenientes. Su principal desventaja es que puede sufrir asentamientos o compactaciones con el paso del tiempo, lo que puede disminuir su eficiencia o crear fisuras. Además, su instalación requiere de personal cualificado y equipos específicos.
La celulosa tratada con bórax es un material adecuado para climas cálidos o húmedos, donde se busca evitar el sobrecalentamiento y la condensación. No obstante, también puede funcionar en climas fríos o templados, siempre que se combine con otros materiales que eviten las pérdidas de calor.
Conclusión
Como hemos visto, existen muchos tipos de materiales aislantes térmicos, pero no todos tienen las mismas propiedades ni se adaptan a las mismas condiciones climáticas. Por eso, es importante elegir el material más adecuado según el clima de la zona donde se va a instalar el aislamiento.
En este artículo, hemos presentado algunos de los materiales más innovadores y sostenibles que se pueden utilizar como aislantes térmicos, así como sus ventajas e inconvenientes según el clima. Estos materiales son el aerogel, la espuma de soja y la celulosa tratada con bórax.