Los sistemas de extracción para aislamiento térmico son aquellos que permiten renovar el aire interior de un edificio, eliminando el exceso de humedad, calor, contaminantes y olores, y garantizando una buena calidad del aire y un confort térmico adecuado.
Estos sistemas se complementan con el aislamiento térmico, que es la capacidad que tiene un edificio de evitar el intercambio de calor entre el ambiente interior y el exterior, reduciendo así las pérdidas o ganancias de energía y el consumo de climatización.
Ventilación y aislamiento térmico, ¿por qué es tan importante?
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En los últimos tiempos, la construcción ha vivido una revolución en pos de la eficiencia energética. Y en el camino por un consumo mucho más racional, es imprescindible encontrar la manera de reducir el gasto en suministros. Para ello, la estanqueidad de los edificios es primordial, ya que en buena medida de ello depende la necesidad de climatización. Si bien, la renovación del aire es fundamental frente a esta nueva realidad. Ventilación y aislamiento térmico son dos conceptos que van unidos, dos fenómenos necesarios en la edificación actual.
Para lograr un buen confort térmico, es imprescindible contar con el suficiente aislamiento térmico. En el pasado, los edificios no contaban con prácticamente ningún elemento de estanqueidad, haciendo que el frío fuera muy notorio en invierno y en verano necesario abandonar los lugares cerrados en las horas de sol. No se instalaban mecanismos para paliar la entrada de las inclemencias ni en ventanas o puertas, como tampoco en las paredes o techos. Si además se trataba de una vivienda en un ático, el confort climático podía ser mínimo o nulo.
Más recientemente, lo habitual fue instalar sistemas de aire acondicionado o de calefacción en las nuevas viviendas, para lograr de esa forma el suficiente confort en la climatización. No obstante, los sistemas tradicionales de calefacción y de aire acondicionado son muy costosos, y calentar o refrigerar estancias podía resultar muy caro y además negativo para la contaminación. Igualmente, con el aumento de los costes energéticos, cualquier hogar que no esté preparado para frenar las inclemencias del exterior puede llegar a ser considerado de pobreza energética. Dicho fenómeno se entiende que ocurre cuando el gasto en suministros iguala o supera el 10% de los ingresos de la unidad familiar. Algo que puede llegar a ocurrir incluso en familias que no estén en situación de desprotección.
La solución para ello es el aislamiento térmico. Mediante cámaras de aire, sellados en las ventanas y puertas, techos reforzados y otros mecanismos, es posible lograr hogares que puedan frenar el avance del frío y del calor en interiores. E incluso que no sea necesario usar sistemas de climatización en casa con las ventanas cerradas.
Tipos de sistemas de extracción para aislamiento térmico
Los sistemas de extracción para aislamiento térmico se pueden clasificar según el tipo de flujo del aire:
- Sistema de ventilación de simple flujo. En este caso, la extracción suele ser mecánica para eliminar el aire viciado de mala calidad o para eliminar humos y humedades. La entrada de aire se realiza mediante rejillas de ventilación comunicadas con el exterior.
- Sistema de ventilación de doble flujo. En este caso, tanto la extracción como la impulsión del aire son mecánicas, lo que permite controlar mejor el caudal y la distribución del aire. Además, estos sistemas suelen incorporar un recuperador de calor que aprovecha la energía del aire extraído para precalentar o preenfriar el aire entrante, mejorando así la eficiencia energética.
Productos recomendados para sistemas de extracción para aislamiento térmico
Para lograr un buen sistema de extracción para aislamiento térmico, es necesario contar con productos de calidad que garanticen el rendimiento y la durabilidad del sistema. Algunos de los productos recomendados son:
- Revestimientos de yeso. El yeso es un material que tiene la capacidad de regular la humedad y el calor del ambiente, actuando como un aire acondicionado ecológico que funciona sin gasto de energía. Los revestimientos de yeso se pueden aplicar sobre paredes, techos y pisos, creando una barrera térmica que mejora el confort y la eficiencia energética.
- Poliestireno o láminas de aluminio chapado. Estos materiales se pueden colocar sobre las paredes exteriores, creando una cámara de aire que evita el paso del frío y del calor exterior. Estos materiales son ligeros, resistentes y fáciles de instalar, y ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico.
- Rollos de fibra mineral o de vidrio. Estos materiales se pueden colocar sobre los techos, especialmente en los áticos, para evitar las pérdidas o ganancias de calor por la cubierta. Estos materiales son flexibles, ignífugos y aislantes, y se adaptan a cualquier forma o superficie.
Conclusión
Los sistemas de extracción para aislamiento térmico son una solución eficaz para mejorar la calidad del aire interior y el confort térmico de los edificios, reduciendo el consumo de energía y el impacto ambiental. Para ello, es necesario contar con productos de calidad que garanticen el rendimiento y la durabilidad del sistema, así como con una correcta instalación y mantenimiento. De esta forma, se podrá disfrutar de un ambiente agradable y saludable en cualquier época del año.